En una
pequeña casa en algún lugar de Puerto Rico, testigo de un amor prohibido,
siempre llena de alegría. No había un
día en que no se escucharan un par de carcajadas desde dentro.
Quien quiera que fuese el que vivía en aquella casa, poseía el
privilegio de tener la relación mas bonita que ha podido existir, y cualquiera
cercano a la casa podía ser testigo.
Pero todo eso era antes. Ahora la casa esta media abandonada; el chico
de ojos verdosos y cabello rizado aun la visita pero ya nadie lo acompaña, ya
no se preocupa por el mantenimiento de la casa, en ella solo se puede sentir
soledad y tristeza. La casa esta llena
de fotografías viejas donde el chico de rizos es totalmente una persona diferente.
Se ve felizmente acompañado por una chica menuda y resplandeciente en todas y
cada una de las fotos. Ambos se veían
felices, en especial el, que puede iluminar el lugar con tan solo su mirada,
pero ya no es capaz de esto sin ella a su lado…
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