martes, 29 de marzo de 2011

Tu -By Gabriel Colon

Posar mi mirada en la verde llanura de tus ojos
Pararme en la húmeda orilla de tus labios
Nadar por el tibio mar de tu boca
Es todo lo que necesito porque sin ello
Mi vida se agota

(Here Without You) Reflexiona...

La vida te da sorpresas cuando menos te lo esperas… a veces son en buenos momentos, a veces en malos. Cuando tu mente te tiene ocupada, dándote en que pensar. Como el momento en que esa persona se fue sin darte la oportunidad de despedirte. O el momento en que deseaste algo con tantas ansias y nunca llego a ti. Esos son malos momentos en los que piensas que nunca encontraras lo soñado. Pero la vida no es tan mala como pensaba… Y comprendo porque es así. La vida no es, ni podrá ser perfecta nunca. Si así fuera seriamos completamente infelices y conformistas. La vida te da cosas buenas aunque a veces no las veas. Ella se asegura que lleguen cuando en realidad las necesitas.

Necesitamos...


Muchas veces deseo que me hables con sinceridad, que me digas lo que sientes y que me preguntes que siento por ti. Pues pienso que no soy la única persona que desea que le digan cosas como estas. Nosotros los seres humanos somos seres con muchas necesidades. Necesitamos sentirnos queridos y no siempre por nuestros padres o familiares, porque sabes que ellos han estado hay siempre. Necesitamos conocer a una persona que le guste tu compañía, que se ría de tus estupideces y que cuando digas algo que ni siquiera tú comprendes te haga reír de ti misma. Necesitamos conocer una persona que esté dispuesta a compartir sus más íntimos secretos. Una persona que te saque tanto por techo, que estar un minuto separad2 de él/ella, te mantenga sin aire. Una persona que esté dispuesta a discutir los temas más estúpidos del planeta. Por que el ser humano necesita más que un mejor amigo. Necesita una persona que l@ acompañe a la eternidad.


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hola chikas se que estan esperando que suba nuevos capitulos, pero hablandoles con sinseridada aun me falta un poko de here Without you y de el sol y la luna aun no lo paso a la compu asi que me voy a tardar un pokito, pero si viene asi que esten pendiente!!

jueves, 3 de marzo de 2011

Capitulo 3

Capitulo 3

Ayer había sido un día agotador. Primeo la lloradera de la mañana, luego tener que soportar las miradas de lástima que me ofrecían la mayoría de los maestros, quienes eran los únicos además de mi familia que sabían todo. Era necesario que supieran por si me ocurría algo. Y por ultimo tener que soportar todo el día mintiéndole a Lorena. No fui capaz de decirle nada, y me di cuenta que hago mal al no contarle, ya que me siento aun peor por ocultárselo. He decidido invitarla hoy a dormir a mi casa, entonces tendré toda la noche para contarle y darle explicaciones.

El día anterior creo que me había levantado con el pie izquierdo, no me había interesado arreglarme y al llegar a la escuela me encontré con toda una pasarela. Y fue peor cuando vi a Damián, y sentí vergüenza de no haberme arreglado mejor. Así que hoy sería diferente. Quería verme bien y que todos pensaran lo mismo. Así que me levante temprano, cepille mis dientes y tome una ducha. Luego me pare frente al almario para escoger la ropa que me pondría. Al cabo de media hora que escuche a Noé entrar al baño, aun no decidía en que ponerme.

---Noé!--- lo llame al escucharlo salir del baño.

---Hermosura!! Que haces despierta tu a esta hora?--- me pregunto entrando a mi habitación, para luego darme un beso en el cabello. Solo vestía unos vaqueros gastados, algo ajustados con varios orificios en las piernas.

---Quieres llegar temprano verdad? … Pues yo quería vestirme bien y no sé que ponerme…--- dije señalando el almario. Llevaba casi una hora parada frente a él sin encontrar nada que le llamara la atención. Aun tenía puesta la toalla con la que salí del baño alrededor del cuerpo.

---De acuerdo…- dijo mientras rebuscaba mi ropa.---Quién es?---

---Quien es quien?--- no sabía de demonios hablaba.

---El que te gusto ayer… Es obvio que te gusto alguien ayer.---

---Ahí, por favor. Cuando estoy deprimida y no quiero arreglarme me regañas y cuando quiero arreglarme me preguntas el porqué… Eso no se hace.--- dije tomando el vestido que había escogido.

---Ok, lo acepto, no diré nada más. Pero que sepas que te vamos a estar vigilando. A ti y a todo chico que se te acerque.---dijo antes de salir de mi habitación. “Te vamos a estar vigilando.” Me salve yo ahora! Iba a tener a Noé, a Eliot y a… Bueno quizás no sea tan malo…. Wow, wow, Adara tranquilízate, y deja de pensar idioteces.

Luego de ponerme el vestido y conseguir unas sandalias que estuvieran a juego, arregle mi cabello y me maquille con algo ligero, para luego bajar a desayunar.

--- Y tu para dónde vas vestida así?---me pregunto mi padre, quien ya estaba sentado desayunando.

---Para la escuela.--- le dije sin más, dándole un beso en la mejilla. Vamos ni que me viera tan bien. Solo tenía un lindo y sencillo vestido corto y unas sandalias.

--- Te ves hermosa.--- me dijo mami mientras me entregaba un plato de huevos revueltos.

---Noé vistes a tu hermana?---le pregunto cuando este bajó, ya con una camisa.

---Si que tiene?--- pregunto sin entender.

---Papi no busques ayuda de Noé, porque fue el que me dijo que me pusiera esto.---dije sonriendo.---Enserio que hoy no tengo apetito, ma.---

---Y tú que pretendes? Acaso quieres tener un cuñado tan temprano?--- le reprochaba bromeando papi a Noé. Todos comenzamos a reír por su ocurrencia.

--- Adara es inteligente René. Eso de novios no es para ella, no todavía.---mi madre siempre me decía eso. “Eso de tener novio a esta edad es de bobos.” Pero no se acordaba que a mi edad ella ya era novia de papa’.---Come un poco. No puedes irte sin comer nada.--- me pidió. Luego de que me vio comer la mitad del huevo, y de que Noé terminara de comer, fue que dejaron irnos a la escuela.

---Ayer no le dijiste nada a Lorena cierto?--- me pregunto mientras nos estacionábamos, cerca de la entrada.

---No tuve el valor. Pero la invitare hoy a quedarse en casa y le diré todo. Ya lo disidí.--- le dije bajándome del auto.

--- Bien, y como desde que hora va a estar ella en casa?--- pregunto. La escuela estaba igual o más llena que el día anterior. Fuimos caminando hacia la entrada mientras hablábamos.

---No sé, me imagino que estará llegando de 6 a 7. Porque la pregunta?---me estuvo raro que preguntara.

---No por nada.--- dijo con un gesto de que no importaba.---Eliot!!--- llamo mi hermano al verlo subir hacia la entrada. Ellos se saludaron con un apretón de manos y luego me estampo un beso en la mejilla.

---Wow, no te molestes con migo Noé, pero tienes que admitir que se ve increíble.--- le dijo Eliot mirándome de arriba abajo.

---Wow, un cumplido de Eliot Burgos. Esto tiene que ser serio.--- dije imitando las palabra de Noé el día anterior.

--- Lo es… lo que pasa es que tu hermano no me ha dejado invitarte a salir, porque sino….ufff--- me dijo al oído bromeando, dándome a mí un ataque de risa.

---Te escuche. Y tienes razón. Te conozco demasiado para dejarte salir con ella. Es más ella te conoce demasiado.--- dijo alejándome de Eliot.---Si estuviéramos hablando aquí de Arion pues lo pensaría y tampoco, pero tu… no, no, no, no…---

---Hablando de él, donde esta?---pregunte ignorando el comentario de mi hermano.

---En realidad no tengo ni idea si venga hoy. Supuestamente se sentía mal y mami lo dejo quedarse durmiendo.---dijo virando los ojos. Yo me preocupe de inmediato. Como que se sintió mal? Que tenia?

--- Pero está mal de verdad o solo se hace para quedarse durmiendo.--- le pregunte.

--- Lo más seguro son puras mentiras y solo se quedo porque no estaba de ánimos para la escuela.--- dijo Noé restándole importancia.

---Hola Noé!...Eliot.--- saludo Lorena cuando llego hasta nosotros. ---Vente vamos a entrar.--- dijo jalándome hacia el interior de la escuela, luego de ver el gesto de despedida de los chicos.

--- Porque lo tratas así?--- le pregunte luego de estar unos minutos adentro.

--- A quien?--- Pregunto haciéndose.

---A Eliot…--- le dije. Caminábamos por el pasillo principal de la escuela., y nos dirigíamos a nuestros casilleros. Pasábamos desapercibidas entre las personas como siempre. --- Y cómo quieres que lo trate?--- me pregunto indiferente.

---Vamos se que te gusta. No le hables así, quien sabe y mis sospechas son ciertas…--- Sabia que Eliot era un tema que no le gusta que toque, pero también se cuanto le gusta. Aun no soy capaz de entender porque lo trata como su mayor enemigo.

---No me importa que sean ciertas. No quiero que piense que soy otra de tantas que babea por él.--- dijo abriendo su casillero algo enojada.

---Eso ya lo sé… pero bueno… quiero hablar serio de eso. Te quiero contar algo.--- le fui diciendo. Ya, la iba a invitar y entonces si no habría marcha atrás.--- Qué tal si hoy te quedas a dormir en casa. Tengo muchas cosas que contarte y presiento que hoy los chicos irán en la tarde.--- le dije sonriendo, trataba de ocultara el nerviosismo que me daba el solo pensar en su reacción.

---Es que acaso esos dos no salen de tu casa?--- pregunto fingiendo estar enojada. Pero bien sabía yo que con solo saber que Eliot iría, ella aceptaría quedarse solo para verlo.

---En realidad no van desde antes de navidad.--- dije sintiéndome culpable. Nunca le había dicho a Noé que no los invitara a casa, ni que no quería que fuera. Pero sabía que no los invito, ni aceptó que fueran por mí. El sabía que no me sentía cómoda en esos momentos con nadie.--- Y estaba pensando en decirle a Noé que los invitara por un rato.----

--- Esta bien le diré a mami. No te creas yo también tengo cosas que contarte.--- dijo sonriendo, cerrando su casillero luego de coger los libros que iba a usar.

---A si? Sobre que o qué?--- le pregunte interesada. Parecía ser algo importante.

--- Sobre el idiota ese…--- dijo para luego seguir caminando dejando me atrás y entrando al salón de clases que nos correspondía. Ya sabía a quién se refería y apuesto que ustedes también lo saben. Eliot.

Pasamos toda la mañana de salón en salón sin hablar mucho. La maestra de literatura se atrevió a preguntarme frente a toda la clase si me sentía bien y me dijo que no tenía que pedirle permiso si necesitaba salir del salón que ella me comprendía. Lorena me miro con cara de que le pasa a esta, y yo solo le asentí a la maestra. La cuarta hora, la de antes del almuerzo la tuvimos libre. Al parecer el maestro de ingles había tenido un pequeño percance en su auto y no pudo asistir. Lorena sugirió ir a la cafetería antes del almuerzo para ahorrarnos la fila, así que eso hicimos. Lorena me pregunto qué comería yo pero le dije que nada ya que no tenía hambre. Ella comenzó a pelearme y a preguntar qué era lo que tenia, ya que el día anterior tampoco había comido. La deje sola para que no me siguiera molestando con eso y decidí buscar una mesa. Era temprano por lo que todas las mesas estaban vacías. Me decidí por la mesa más cercana a nosotras y me senté. A lo lejos pude ver a Damián entrar a la cafetería por la puerta que daba al patio de la escuela. Al perecer se había sentido mejor o quizás solo tenía sueño y se quedo durmiendo hasta ahora. Hoy venia muy guapo vestido, incluso más que el día anterior. Vestía una camiseta blanca, de las que casi siempre usa, con una chaqueta de cuero negra que lo hacía ver musculoso, se veía increíble. Pude sentir que me miraba y no pude evitar sonreír, me devolvió la sonrisa, una muy encantadora diría yo, pero creo que no se fijo por donde caminaba…

No sé como sucedió ya que del susto cerré los ojos y no pude ver cuando se cayó. Pero cuando los abrí, estaba a solo pulgadas del suelo, se agarraba de una silla para no tocarlo y su chaqueta nueva estaba repleta de malteada, algo que ni siquiera sabía que traía en la mano. Francamente parecía que iba a explotar de la rabia…

---jajajaja Arion que te paso?...--- le pregunto Lorena sin poder contener la risa caminando hacia mi mesa. Damián la miro mal y a mi solo se me ocurrió ir a ayudarlo.

--- Lorena!...--- esta seguía riéndose y yo solo estaba asustada de que se enojara con nosotras. Lo ayude a levantarse y se sentó en la silla que aguantaba. De repente de la nada Arion Damián comenzó a reírse, y no era una risa de esas sarcásticas, se estaba carcajeando. Yo lo mire confundida pero no pude aguantar más sin reírme y me uní a ellos.

--- Creo que mi vista se perdió…--- dijo mirándome por un minuto hasta que Lorena llego hasta nosotros. Su mirada volvió a reposar en mí fijamente, con sus hermosos y resplandecientes ojos.

---Gracias, son pocos los que ayudan y muchos los que se burlan.--- esto último lo dijo mirando a Lorena con una mueca, pero su mirada no falto en la mía más de 5 segundos. Sentí como si mi vida se ahogara en el inmenso mar azul de sus ojos. Una sensación rara comenzó en mi estomago, era como si mariposas volaran por mi vientre. Creo que me había enamorado en ese preciso momento.

---No hay de qué.--- dije como pude.---Estas bien?---

---Si, no te preocupes.--- dijo mirando su ropa llena de malteada.--- Mi madre me va a matar.--- dijo tratando de limpiarse.

---No te preocupes, creo que vi una camiseta de Noé en el auto.--- dije dándole una servilleta para que se limpiara la chaqueta. Esta quedo bien pero la camiseta estaba manchada de malteada de chocolate.

---Dale gracias a Dios que las únicas que te vimos fuimos nosotras, porque sino… jajaja.--- Lorena continuaba riéndose.

---Lorena, iré con Damián al auto para darle una camiseta de Noé que vi allí. Venimos ya.--- le dije, ella me miro primerio seria y luego me levanto las cejas.

---Espero que esto quede entre nosotros.--- dijo Damián fulminándola con la mirada, refiriéndose a su caída.

---Aja, claro. Pueden tardarse lo que quieran. ---dijo sonriendo pícaramente, haciendo que me sonrojara, por lo que baje la cabeza.

Caminamos juntos por los pasillos, hablamos de cualquier bobería que senos ocurría. Me sentía cómoda con él. Aunque cuando nuestras miradas se encontrabas me llenaba de vergüenza. Y no era la misma vergüenza de antes. Ahora tenía seguro que me gustaba, y sorprenderlo mirándome hacia que mi corazón palpitara locamente.

---Sabes me gusta el diseño que hizo la malteada en la camisa, es algo interesante.--- le dije riendo y señalando lo poco que se podía ver de la mancha, ya que él había subido su cremallera. Ahora solo la subió por completo y se unió a mis risas diciendo:

--- Lo peor de todo fue que le tenía muchas ganas a esa malteada.--- reímos juntos por los pasillos en donde comenzaban a salir los estudiantes de sus salones para el almuerzo. Al cabo de unos minutos estuvimos frente al auto. Un minicooper crema, en el cual Noé y yo habíamos gastado todos nuestros ahorros de 5 años y aun nuestros padres tuvieron que ayudarnos. Así que digamos que fue nuestro regalo de navidad por parte de toda la familia. Y pensaran que fue una mala decisión mía ya que aun no tengo licencia, lo que hace dueño del carro a Noé. Por ahora. Pero creo que no lo fue. Ya contando con que no tengo licencia y que Noé si, pues digamos que tiene que llevarme adonde yo tenga que ir. Así que podemos decir que tengo chofer personal.

---Wow, no lo había visto. Regalo de navidad?--- me pregunto al ver el auto.

--- Se puede decir que sí. También le pertenece a Noé, aun que la mayoría del dinero lo puse yo. Noé gasto la mayoría del su dinero en las compras que hizo con ustedes.--- dije mientras abría el auto en busca de la camisa para Damián.

---Así que sacrificaron el dinero de los regalos de navidad ahorrados por cinco años, para poder tener un auto.--- pregunto mientras miraba el auto con detenimiento.

--Pues… si.--- le dije. Encontré la camisa debajo del sillón del pasajero. La mire bien y no estaba sucia, así que se la ofrecí.---Ves, sabía que había una en algún lugar aquí adentro.--- dije dándosela. El se había sentado en el asiento del conductor, observando el auto con detenimiento.

---Si claro, conociendo a Noé. Está preparado para todo tipo de emergencias.--- dijo mientras se quitaba la chaqueta y me la daba.

---Si una emergencia, como que otro chico tenga su misma camisa…--- dije riendo. Damián negó con la cabeza en un gesto de “no hay nada que hacer con él” y comenzó a quitarse la camisa. No pude evitar mirarlo. Lo miraba con detenimiento desde la parte trasera del auto. Su espalda era ancha y se podían distinguir los rasgos que deja el hacer ejercicio. Verlo así daba ganas de tocarlo, parecía dementira. Sus hombros te hacían sentir la necesidad de apoyarte en ellos… Bueno, digamos que fue duro no quedarme absorta en mis pensamientos. Su cuerpo era perfecto. No era ni muy flaco, ni muy fortachón. Era un chico de peso normal con buen cuerpo.

--- Me dijo Noé que pasaste en cama parte de las vacaciones…---me dijo mirándome por el retrovisor con una sonrisa picara en el rostro mientras se ponía la camisa gris de mi hermano. ¿Se habrá dado cuenta?

--- Ah… si… si, estuve enferma…---le dije bajando la vista y sin disimular las ganas de reír por la vergüenza. Ahora me miraba con una ceja alzada, si, se había dado cuenta que miraba su cuerpo detenidamente. Mientras yo me moría de vergüenza, el sonrió y se acomodo a camisa para luego pedirme su chaqueta devuelta. --- Pero al parecer no fui la única. Solo que tú te enfermaste esta mañana no?--- le dije ahora mirándolo a los ojos, sabiendo que esto era mentira.

---Te digo un secreto?... No me sentía mal. Me quede durmiendo.--- me dijo volteando se para mirarme de frente. No sé porque un escalofrío recorrió mi cuerpo y el comenzó a reír. Yo solo sonreí, me encantaba escuchar su risa. El silencio nos invadió, pero no era incomodo.

En mi cabeza daba vueltas una pregunta. “¿Como nunca te distes cuenta?” Quería preguntarle algo y no sabía cómo hacerlo. No quería que me malinterpretara, o más bien que entendiera el sentido de la pregunta.

--- ¿Qué te sucede?--- me pregunto interesado. Al parecer se notaba en mi rostro que quería decir algo.

---Tengo una pregunta… No tienes que contestar si no quieres…--- comencé. No sabía cómo formularla, ni cómo hacer que no se viera tan directa.--- Se la hice a Lorena, pero ya sabes cómo es ella…---

---Pregunta lo que quieras.--- me dijo con una gran sonrisa. Sus ojos brillaban interesados y me dejaban ver que me contestaría no importaba que. Me acomode mejor en el asiento, un poco más hacia delante para estar cerca de él. El me miraba desde el asiento del conductor completamente volteado hacia mí.

---Bien… ¿Alguna vez te diste cuenta que te gustaba alguien que conoces desde hace mucho…?--- le pregunte algo tímida. Preguntándome que estaría pensando. Solo sé que lo cogí de sorpresa, ya que me miraba pensativo y con la pregunta en sus ojos.

--- ¿A Que te refieres?--- Pregunto. Sentí su mirada por primera vez fuera de mi rostro, aunque regresaba con disimulo.

---Olvídalo. No sé qué hago preguntándote cosas como esta.--- me disculpe avergonzada. Salí del auto de inmediato. Tenía que huir de ahí de alguna forma. ---No puedo creer lo que estaba pensando.--- dije para mí.

--- Espera. No me molesta…--- lo escuche decir tras de mí. Yo solo lo ignore, no sabía con qué cara mirarlo ahora. Había sido demasiado directa…

Luego de entrar a la escuela y cerciorarme que no estaba cerca, salí corriendo hacia los baños, no me sentía nada bien.